
La fe es una gracia de Dios y, a la vez, un acto totalmente humano, una respuesta libre del hombre a la revelación divina. El ser humano es un ser por naturaleza religioso. Toda religión presupone una fe y es, en el fondo, una búsqueda de Dios. La fe, más que creer en algo que no vemos es creer en alguien que nos ha hablado. Quien tiene fe sabe que por encima de toda duda y preocupaciones de este mundo las enseñanzas de la fe son las enseñanzas de Dios y por lo tanto son ciertas y buenas.
Padre Marcelino González
San Francisco, Veraguas