
«El Padre de las misericordias quiso que el consentimiento de la que estaba predestinada a ser la Madre precediera a la Encarnación para que, así como una mujer contribuyó a la muerte, así también otra mujer contribuyera a la vida» (LG, 56). Eva, seducida por un ángel, se alejó de Dios; María, obediente al Arcángel llevó en su seno a Dios.
Padre Oriel Concepción Martínez
Director de programación
Radio María Panamá