
Nuestra Santísima Madre nos acompaña en cada momento. Su ternura es incomparable. Ella enjuga nuestras lágrimas y reconforta en las angustias de cada día. No hay por qué temer a la soledad. ¡No estamos huérfanos! Está aquí.
Padre Oriel Concepción Martínez
Director de programación
Radio María Panamá