
Uno de los principios de la doctrina social de la iglesia es la participación que se detalla como la exigencia fundamental de la naturaleza del hombre y la mujer de cooperar a la realización del bien común, porque todos somos miembros activos de la vida socioeconómica, política y cultural. Se nos plantea desde el evangelio y el magisterio la importancia de dar testimonio de nuestra fe y compromiso social en la comunidad.
En este mes de la Patria, nuestra reflexión debe profundizar en cómo contribuir a que en nuestra casa común todos vivamos en dignidad y con equidad. El Papa Francisco nos ha indicado el primer paso, no podemos seguir siendo indiferentes, y en Panamá este llamado se hace urgente ante la gran desigualdad que existe.
Tenemos una responsabilidad, no solo de cumplir con los mandamientos y celebrar los sacramentos, sino también de dar la vida y nuestros dones en la construcción de la comunidad, ejerciendo nuestra ciudadanía y participando con los valores del evangelio para dar testimonio del Reino de Dios, reino de Justicia y paz para todos.
Voluntaria Kathia Díaz
Programa Justicia y paz