
Se pasaba días y noches en los sepulcros o en el monte, gritando y golpeándose con piedras. Cuando aquel hombre vio de lejos a Jesús, se echó a correr, vino a postrarse ante él y gritó a voz en cuello: “¿Qué quieres tú conmigo, Jesús, Hijo de Dios altísimo? Te ruego por Dios que no me atormentes”.
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar (Duración: 28:14 — 8.1MB)
Suscribir Apple Podcasts | Google Podcasts | Spotify | Amazon Music | TuneIn | RSS